Supercopa Internacional: una muestra más del papelón que es el fútbol argentino, ese producto que nadie entiende

River y Talleres de Córdoba se medirán esta noche por la Supercopa Internacional, una copa realmente bochornosa que expone el desastre organizativo que es el fútbol argentino.
Por Nicolás Greco para Noticias Argentinas
En un país donde se eliminan descensos sobre la marcha, otros ascienden por decreto una vez terminado el torneo (como ocurrió en categorías del ascenso) y en el que la Primera División se nivela cada vez más para abajo debido a la ridícula cantidad de equipos, la Supercopa Internacional es la frutilla del postre.
Esta copa surgió a finales de 2022, cuando la AFA había llegado a un acuerdo para que la Supercopa Argentina se llevara a cabo en Abu Dhabi, con el objetivo de emular a España e Italia, que disputan sus respectivas supercopas en tierras árabes.
El problema llegó cuando Patronato ganó la Copa Argentina, por lo que debía enfrentarse con Boca en una Supercopa con cero atractivo para llevarse a cabo en el extranjero.
En aquel momento fue cuando comenzaron a barajarse nuevas opciones y surgió una de las “brillantes” ideas de Claudio “Chiqui” Tapia: crear una nueva copa. Se trataba de la Supercopa Internacional, en la que se enfrentarían el primero de la tabla anual con el ganador del Trofeo de Campeones.
En ambos el ganador fue Racing, por lo que se decidió que su rival sería Boca, que venía de caer en una picante final del Trofeo de Campeones y de terminar segundo en la tabla anual (ese mismo año, el “Xeneize” conquistó la Copa de la Liga y la Liga Profesional).
La primera edición de la Supercopa Internacional se disputó el 20 de enero de 2023 en el estadio Hazza bin Zayed, en un encuentro que ganó Racing por 2-1 pero que no tuvo nada de emotivo y en el que solo había gente que vivía en Abu Dhabi y barras bravas de ambos equipos, ya que ningún hincha en su sano juicio pagaría una fortuna para ver al club de sus amores en una copa sin ningún tipo de importancia.
La Supercopa Internacional 2024, en la que se enfrentarían River y Talleres de Córdoba, estuvo muy cerca de cancelarse. Incluso se rescindió el contrato con Abu Dhabi, aunque finalmente se consiguió un acuerdo para que se dispute en el estadio La Nueva Olla, de la ciudad paraguaya de Asunción.
El futuro de esta copa, que es el mejor reflejo del desastre que es la AFA en materia de organización, es toda una incógnita. Se sabe que Estudiantes y Vélez se enfrentarán por la edición 2025, aunque no se conoce la fecha ni la sede.
En el fútbol argentino actualmente hay una infinidad de torneos: Apertura y Clausura, Trofeo de Campeones, Supercopa Internacional, Copa Argentina y Supercopa Argentina. Y eso que (por ahora) se eliminó la Copa de la Liga.
Todo esto termina quitándole el atractivo al fútbol local, al contrario de lo que ocurre con Brasil, donde tienen la Copa de Brasil y el Brasileirao, que se juega de forma anual y en el que absolutamente todos los equipos juegan por algo hasta la última fecha, fomentando la competitividad que se vio plasmada luego de que ganaran las recientes seis ediciones de la Copa Libertadores.
A veces cantidad no es calidad, y eso es lo que ocurre en un fútbol argentino que agoniza.